lunes, 2 de septiembre de 2013

ESCRIBA LO QUE QUIERA Y HÁGALO MEJOR CADA DÍA

Por: Félix Miranda Quesada

Despierta a tu escritor . Todos tenemos un escritor interno, que la mayoría de las veces está dormido. Desde niños hemos escrito, unos más otros menos, pero todos hemos escrito. Trabajos en clase en la escuela, las tareas para el hogar, algún recado para alguien, alguna frase –o varias- de amor, alguna solicitud de trabajo, una carta de recomendación. Podría hacer la lista más grande, pero no es necesario para convencerlo de que, en algún momento de su vida, usted ha escrito. La escritura está basada en ideas, e ideas son las que expresamos al hablar; se trata entonces de poner esas ideas por escrito y, usted ha iniciado a escribir, pudiendo llegar a convertirse en un escritor, es decir, en un expositor de ideas.

Escribir es un ejercicio.  La práctica hace al maestro, reza el dicho popular. Esto aplica también, a la escritura, se requiere ejercitarse para que esa habilidad se fortalezca cada vez más. Si usted hubiera tenido la habilidad de poner por escrito lo que habló, usted habría sido escritor desde que dijo sus primeras palabras, siendo muy niño. Sí, la palabra es el elemento sobresaliente a la hora de escribir y se utilizan durante todo un artículo, reporte, libro, novela y otra clase de obra. Como puede observar es exactamente lo que se hace al hablar, expresar palabras de forma oral, que bien podrían ser convertidas en escritura.

En el arte de escribir, el conjunto de palabras que utilizamos, muchas de las cuales en ocasiones se repiten, forman oraciones y, al conjunto de éstas, se le llama párrafos; un conjunto de éstos, le dan forma a diversos productos como artículos, ensayos, reportes y libros de diversa naturaleza. Ahora, en los inicios del Siglo XXI y, desde finales del Siglo XX, el ejercicio de la habilidad en la escritura se ha hecho fácil con la presencia de herramientas, tanto físicas como virtuales. La computadora portátil, los procesadores de texto, editores de imágenes, fuentes de información en línea, incluidos los Diarios de circulación nacional, son fieles aliados de quienes gustan del arte de la escritura. En espacios muy reducidos y en tiempo real, tenemos un completo laboratorio para el ejercicio de la escritura. ¿Y qué decir de la crítica externa tan necesaria para lo que queremos publicar? También la tenemos al alcance y al instante. Basta con publicar un extracto de lo que deseamos publicar, en las redes sociales, y pronto tendremos la reacción de los lectores para decidir si publicar o editar y publicar luego. Esto se logra con los “me gusta”, “compartidos”, “comentarios”, y otros mecanismos disponibles en la red de internet.

No retrase su proyecto, escriba. Dilatar o retrasar, el ejercicio de la escritura es común, principalmente en quienes se inician en el bello arte de la escritura y eso se da como una reacción a diversas tentaciones que se presentan cuando se ha iniciado a cumplir con un objetivo. Pareciera que el momento en que se escribe o se va a empezar a escribir, es en el que se juntan todas nuestras “obligaciones”: búsquedas en la red, atención de las redes sociales –Facebook, Skype, etc. – , atender llamadas telefónicas, leer el correo electrónico y una lista interminable de cosas que no hicimos antes de comenzar a escribir o antes de proponernos a hacerlo. Cuando eso ocurre, debe enfrentarlo y decir, “ahora estoy escribiendo” o “ahora voy a escribir”.

Liberándose de los bloqueos. Al igual que un pintor, antes de escribir lo único con lo que cuenta un escritor es con papel en blanco, o mejor dicho, con la pantalla en blanco y, estará muy aventajado si cuenta con una o más ideas, porque de lo contrario, llega la parte aterradora, buscar una idea o un conjunto de ideas para exponer a sus lectores. Pero ¿debería la ausencia de ideas intimidarnos? Los grandes pintores, músicos e inventores, partieron de nada, lienzos en blanco, notas que no existían y una obscuridad que no arrojaba luz, en el caso de Edison; y los resultados son de todos conocidos. ¿Porqué debería usted quedarse bloqueado ante su computadora en blanco? Desbloqué su mente, y dele lugar a las ideas para que éstas fluyan hasta inspirar sus dedos y que estos se deslicen por el teclado de su computadora convirtiéndose en una obra maestra de su producción.

Encuentre su inspiración. Encontrar la fuente de inspiración en este tiempo, no es tan fácil, ya que la información sobre acontecimientos relevantes es abundante y los deseos de abordarlos también, es necesario analizar varias opciones, antes de decidirse por una. Es necesario analizar con cuidado aquello sobre lo cual se decidirá a escribir. Como lo mencioné, abundan los temas que usted puede abordar, pero requerirá ser paciente en la búsqueda de información y la organización de ésta, lo cual no significa, en absoluto que sea algo tan difícil; sin embargo, debe recordar que su tema de inspiración, aquel sobre el que usted escribirá, estará relacionado con usted, quizás, por mucho tiempo.

Perfeccione su trabajo. Editar, que hasta hace poco tiempo estaba reservado a unas pocas personas, es un trabajo que, aunque no es tan fácil, puede realizarlo el mismo escritor. Sí, esto es así, principalmente en los libros digitales, aquellos para ser publicados y distribuidos en formato electrónico o digital. Es un trabajo que, tal vez, requerirá una mayor atención que la escritura misma. En ocasiones se encontrará con un texto más corto que al inicio, después de editarlo, eso está bien, ya que no es la cantidad, sino la calidad, lo que sus lectores buscan en sus publicaciones. Es importante y hasta curioso saber que, es más difícil hacer un escrito corto, que uno largo, y así lo entendió el mismo George Bernard Shaw, a quien por cierto, en sus inicios le fueron rechazadas, por parte de los editores, cinco novelas.

Pida realimentación. En esencia, usted no escribe para usted, escribe para un público hambriento de información y formación; por eso no puede esconderse detrás de una computadora y pretender producir “verdades absolutas” y con una perfección que no admita critica. Es importante exponerse en privado, antes de exponerse en público. Una crítica sincera, lo convierte en un mejor escritor, por eso es importante que personas cercanas a usted realimenten su trabajo con algún tipo de sugerencia, sin olvidar que usted es el experto y por lo tanto debe mantener incólume la esencia de su trabajo.

Lea lo suficiente para que pueda escribir. Los grandes escritores, son grandes lectores. Si usted no lee, su escritura no será de la mejor calidad. Debe leer de todo, bueno y malo. Pronto se dará cuenta que de forma inconsciente usted puede diferenciar entre lectura de calidad y otra que no lo es, lo cual, le servirá para perfeccionar su escritura.

Para tener presente. El cerebro de un escritor, siempre está lleno de cosas grandes y pequeñas que lo mantienen ocupado, procesando y ordenando sus impulsos neuronales hacia los dedos de éste. Esas “cosas” son como pequeños demonios que te hacen sentir emocionado, en vez de enojarte con ellos. Esos duendecillos como también los llamo, merecen respeto, son su motor para escribir, para liberarlo y para alimentar las mentes “hambrientas” de información; pero usted deberá tener, en todo momento, el control de ellos.